viernes, 17 de febrero de 2012

Ponen en funciones a una lanusense al frente del Servicio Penitenciario Bonaerense




Se trata de Florencia Piermarini, quien fue designada ayer por el gobernador Daniel Scioli al frente de esa cartera. Abogada, se desempeñó 3 años en el Ministerio de Justicia y Seguridad con tareas de Políticas Penitenciarias y es una persona de confianza de César Albarracín, actual subsecretario de Política Criminal.
Las cárceles de la provincia de Buenos Aires quedaron desde ayer bajo el mando de una mujer, la abogada Florencia Piermarini, quien fue designada por el gobernador Daniel Scioli al frente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Piermarini, de 32 años, es de Lanús, cursó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde actualmente es docente de Derecho Penal, y tiene especial capacitación en Derechos Humanos. La abogada se desempeñó 3 años en el Ministerio de Justicia y Seguridad con tareas de Políticas Penitenciarias y es una persona de confianza de César Albarracín, actual subsecretario de Política Criminal.
Ayer, junto al ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, el gobernador Scioli le tomó juramento a Piermarini durante un acto realizado al mediodía en La Plata, donde se inauguró la Alcaidía Departamental II, en Villa Elvira.
La nueva jefa del SPB ocupará el lugar que quedó vacante tras la muerte de Marcelo Pernici, un ex fiscal de Zárate que había asumido la jefatura de la SPB el 13 de diciembre pasado y falleció el 6 de febrero por una descompensación cardíaca.
Tras el fallecimiento de Pernici, la conducción del Servicio Penitenciario estuvo a cargo de dos integrantes de la plana mayor de esa dependencia: en primera instancia del titular del área de Asistencia y Tratamiento, Héctor Venche, y luego del director general de Coordinación, Rubén Borzani.
La decisión de anunciar a una mujer al frente del SPB se tomó en momentos en que el gobierno provincial cumplió con la orden judicial de trasladar a todos los presos que estaban alojados en comisarías a unidades penales.
“Hay que evitar que las comisarías sean utilizadas como unidades penitenciarias ya que traen aparejado el hacinamiento y epidemias que lesionan la dignidad del hombre”, remarcó Scioli junto al ministro Casal.
El Servicio Penitenciario Bonaerense cuenta con 55 unidades carcelarias de máxima y mediana seguridad, donde se alojan unos 18 mil internos. En esa fuerza se desempeñan unos 28 mil agentes que ahora dependerán directamente de una mujer.